Una observación astronómica parecía revelar un evento extraordinario: un agujero negro de 20 millones de masas solares habría sido expulsado de una galaxia localizada a unos 10 mil millones de años luz dejando una estela de estrellas de unos 200 mil años luz a sus espaldas. Las estrellas se habrían formado por inestabilidades en el gas intergaláctico activadas por el agujero negro a la fuga, más o menos como las estelas de agua que forman los aviones en la atmósfera a su paso. Mireia Montes y otros dos investigadores argumentaron que lo que se estaba viendo era realmente una galaxia de canto. La propia Mireia nos presenta el caso y sus argumentos.

Mireia Montes es investigadora Ramón y Cajal en el Instituto de Ciencias del Espacio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. Formada en la Universidad de Barcelona y en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Mireia realizó prolongadas estancias de investigación en el Space Telescope Science Institute (que opera, entre otras, a los telescopios espaciales Hubble y James Webb), en la Universidad de New South Wales (Sidney, Australia) y en la Universidad de Yale. Autora de unos 40 artículos científicos, ha liderado el Grupo de Bajo Brillo Superficial del IAC.