Su objetivo es responder preguntas fundamentales relacionadas con la naturaleza del conocimiento científico. Se preocupa por su estructura lógica, por su relación con la realidad y por la forma mediante la que construimos teorías científicas para entender el mundo. Algunos temas importantes que aborda esta disciplina incluyen el realismo científico, la objetividad y la subjetividad en la ciencia, la relación entre teoría y observación, etc.
En el curso “Cómo se piensa la ciencia” te mostraremos la importancia que tiene la filosofía de la ciencia para comprenderla mejor. Aquí puedes ver uno de sus primeros capítulos:
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¿Qué es una teoría científica?
Se trata de un conjunto de conceptos que han sido ampliamente respaldados por la evidencia empírica y que proporcionan una explicación de un fenómeno en el mundo natural. Es el resultado de investigaciones rigurosas, la recopilación y el análisis de datos y la formulación de hipótesis comprobadas con experimentos y observaciones.
Este tipo de teorías se basan en una fundamentación científica sólida y se someten a rigurosas pruebas por parte de la comunidad científica. Sin embargo, es importante que sepas que no se trata de una verdad absoluta e inmutable. Está sujeta a revisiones y modificaciones en el momento que se obtienen nuevas evidencias.
Como ejemplos destacados de teorías científicas podemos destacar la teoría de la evolución de Charles Darwin o la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Son dos casos que han demostrado ser muy útiles para comprender y explicar fenómenos complejos que ocurren en la naturaleza.
¿Qué es una hipótesis?
En el contexto científico, es una proposición que puede ser sometida a evaluación empírica con el objetivo de verificar su validez. Una hipótesis está basada en el conocimiento y la información existente sobre un tema o fenómeno concreto. Es una posible solución a una pregunta o un problema de investigación.
Es una parte imprescindible del método científico, ya que ofrece una guía para recopilar datos y diseñar experimentos que puedan respaldarla. Es importante tener en cuenta que debe ser potencialmente refutada por la evidencia empírica. Es decir, si es indemostrable, no estaríamos hablando de una hipótesis.
Si los resultados obtenidos en las investigaciones y experimentos la respaldan, puede considerarse una explicación del fenómeno que se esté tratando. Si ocurre lo contrario, es necesario revisarla o directamente descartarla en favor de otra nueva.
Una hipótesis no es una conclusión final ni una teoría científica. Una vez que se han obtenido suficientes evidencias para demostrar que es cierta sí puede dar lugar al desarrollo de teorías en el ámbito de la ciencia.
¿Cuántos experimentos y cuántas observaciones serían necesarias para “verificar” una hipótesis?
Es importante dejar claro que la verificación de una hipótesis no depende solo de la cantidad de observaciones o experimentos, sino también de la calidad de los mismos. Para ello, es necesario ser preciso en las mediciones, considerar variables confusas y aplicar métodos estadísticos apropiados.
Sin embargo, podemos afirmar que el número de experimentos y observaciones para verificar una depende de los siguientes factores:
- La complejidad de la hipótesis: Si plantea una relación simple entre variables y tiene predicciones claras, se requerirá un número menor para evaluar su validez.
- La naturaleza del fenómeno: Hay algunos que son más accesibles para el estudio directo, mientras que otros pueden requerir experimentos a largo plazo. Por ejemplo, investigar el comportamiento de partículas subatómicas puede necesitar investigaciones complejas y costosas.
- El nivel de confianza que se quiere obtener: Si se busca un nivel de certeza muy alto, harán falta un mayor número de experimentos y observaciones.
- La disponibilidad de recursos: El presupuesto, el tiempo, el personal o el equipo son recursos que afectan a este número. Limitaciones, en este sentido, restringen la cantidad de investigaciones que se llevan a cabo.
¿Por qué aceptamos hipótesis que no pueden verificarse?
Es cierto que se aceptan hipótesis que no pueden llegar a verificarse. Los principales motivos por los que ocurre esto son los que te mostramos a continuación.
Inspiración para investigaciones futuras
Aceptar este tipo de hipótesis puede servir como fuente de inspiración para futuras investigaciones. Es posible que planteen preguntas interesantes y que estimulen la curiosidad de la comunidad científica. Esto lleva a la formulación de nuevas hipótesis y a la búsqueda de nuevas formas de investigación del fenómeno.
Generación de ideas
Es algo que permite a los científicos explorar y generar nuevas ideas. De esta manera, pueden ser el punto de partida para futuros descubrimientos. Aunque en el momento no sea posible verificarlas, dan la oportunidad de abrir nuevas líneas de investigación.
Desarrollo de nuevas tecnologías y métodos
Los científicos, al verse enfrentados a desafíos para intentar verificar estas hipótesis, buscan soluciones innovadoras. El diseño de nuevos instrumentos, el desarrollo de nuevos enfoques teóricos o la mejora de técnicas de medición son solo algunos ejemplos de ello.
¿En qué se diferencia la ciencia de otros discursos como la religión o la pseudociencia?
La ciencia se diferencia de otros discursos en varios aspectos, te mostramos aquí cuáles son los más significativos:
- La evidencia empírica: La ciencia se basa en la observación y la experimentación para obtener evidencias empíricas. Los científicos buscan pruebas tangibles que respalden sus hipótesis. En cambio, la religión se basa en la fe y la pseudociencia suele emplear métodos sesgados para respaldar sus afirmaciones.
- Método científico: Esto implica la formulación de hipótesis basadas en observaciones, la realización de experimentos controlados y la recopilación y el análisis de datos. Otros discursos carecen de este rigor científico en sus afirmaciones.
- Siempre está en continua revisión: Las teorías científicas están sujetas a revisiones constantes. Por lo que pueden ser modificadas o descartadas en función de las evidencias que se acumulen. Tanto las afirmaciones religiosas como las de la pseudociencia suelen ser inmutables.
- El consenso científico: Este se alcanza a través de la replicación de estudios y el análisis crítico de la comunidad científica. Las afirmaciones deben quedar respaldadas por una amplia evidencia. La religión y la pseudociencia son más subjetivas y dependen de la creencia personal o de grupos específicos.
Filosofía de la ciencia
¿Cómo justificamos nuestra confianza en el conocimiento científico? ¿Son verdaderas las teorías científicas aceptadas en la actualidad? ¿Cómo sabemos que lo son? ¿Por qué aceptamos hipótesis que no pueden ser verificadas? Estas son preguntas “sobre” la ciencia, pero no “de” la ciencia. Esto ocurre porque pertenecen al discurso de la filosofía.
Mientras la ciencia se pregunta sobre los átomos, los planetas, los animales, las clases sociales, etc., la filosofía de la ciencia se pregunta por el conocimiento científico sobre esos objetos. Es decir, estudia el saber científico desde un enfoque general y humano.
La filosofía de la ciencia busca comprender su alcance y naturaleza. Se preocupa por su estructura lógica y es imprescindible para entenderla mejor. En el curso “Cómo se piensa la ciencia” tendrás la oportunidad de conocer en profundidad en qué consiste y su enorme importancia. Descubre todos los cursos que ofrecemos en Amautas navegando por nuestra página web, estamos seguros de que aprenderás mucho con ellos.
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