¿Qué es una estrella?
Una estrella es un motor de energía cósmica que produce calor y luz. En otras palabras, es una enorme esfera luminosa de gas muy caliente.
Las temperaturas que pueden alcanzar en su superficie rondan los 10.000 grados Celsius.
La parte más caliente de una estrella está en su centro y se denomina núcleo. El núcleo del sol es tan caliente que puede llegar a alcanzar los 15 millones de grados Celsius. Este núcleo está formado por muchos átomos de hidrógeno que chocan entre ellos dando lugar a una fusión nuclear, liberando gracias a esta fusión, muchísima energía y haciendo así que transmitan luz y calor.
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¿Cómo nacen las estrellas? El Medio Interestelar
¿Cómo se forman las estrellas dentro de las nebulosas?
Las estrellas nacen, evolucionan durante miles de millones de años y mueren.
Se forman por el colapso gravitacional de nubes de gas y polvo, a una temperatura extremadamente fría (unos -250 grados Celsius). Con estas temperaturas, los átomos se juntan, haciendo que el gas se acumule a altas densidades, formándose así agrupaciones de materia. Cuando esto sucede la temperatura aumenta de manera gradual.
Tras este colapso gravitacional se forma inicialmente un núcleo pre-estelar, una estrella en potencia, que se convertirá en un futuro en el núcleo de una estrella.
A medida que se forma el núcleo pre-estelar, el gas que ha quedado suelto empieza a caer hacia su centro liberando energía cinética. La presión y temperatura aumentan, haciendo que aumente también su radiación.
Con el tiempo, se forma un núcleo con una temperatura y presión extremadamente altas, alcanzando así la vida adulta de una estrella.
El Medio Interestelar
La palabra Interestelar significa entre las estrellas. El Medio Interestelar es el material que se encuentra entre las estrellas. Su densidad es extremadamente baja, y está compuesto principalmente de gas y polvo.
La mayor parte de gas y polvo que se encuentran en el medio interestelar son producidos por la muerte de otras estrellas.
En este medio, las partículas de polvo son extremadamente pequeñas. En la Vía Láctea aproximadamente entre un 10% y un 15% de la materia visible está compuesta de gas y de polvo interestelar. Es en este punto donde se encuentran las nebulosas o cunas estelares.
Las cunas estelares
La densidad del medio interestelar es tan baja que no es fácil detectar o ver materia en estas regiones, pero dadas ciertas condiciones, esta materia se agrupa formando nebulosas o cunas estelares.
Una nebulosa es una nube gigante de gas y polvo. Algunas proceden de la explosión de otras estrellas y suelen ser las regiones donde comienzan a formarse nuevas estrellas. Por esta razón se les da el nombre de cunas estelares.
¿Cómo se forma una nebulosa?
Las estrellas producen energía por medio de la fusión nuclear. Cuando una estrella ha fusionado todo su hidrógeno en helio comienzan a producirse reacciones de fusión hacia elementos más pesados.
Cada vez que la estrella fusione un nuevo elemento, el equilibrio entre su atracción gravitacional y su presión interna también sufre un cambio, haciendo que esta crezca o se encoja. En estos cambios la estrella arroja una capa de materia al medio interestelar a velocidades muy altas. De ello puede deducirse que el material interestelar proviene de explosiones de estrellas que han llegado al final de su ciclo evolutivo.
Agrupación de las nebulosas
Según sus características las nebulosas se pueden agrupar en diferentes tipos:
- Emisión: Son brillantes, coloridas y auto-luminosas.
- Reflexión: Son nubes frías de gas y polvo que se encuentran iluminadas por otras estrellas cercanas.
- Oscura: También conocidas como de absorción. Son nebulosas que no están iluminadas.
- Planetaria: Formadas por restos de la muerte de una estrella de tamaño intermedio. Caracterizadas porque en estas regiones no se forman planetas.
Clasificación de las estrellas
Las estrellas tienen un ciclo de vida afectado principalmente por su masa. Pueden tener muchos tamaños, yendo desde estrellas enanas a estrellas supergigantes.
Para hablar de su evolución debemos conocer su clasificación espectral.
Un espectro es una banda de colores. El espectro de una estrella contiene información sobre su temperatura, composición química y luminosidad propia.
La temperatura de una estrella determina su color, que puede ir de rojo a blanco azulado.
Existen 7 tipos de estrellas diferentes según su color. En orden de temperatura decreciente sería: O, B, A, F, G, K y M.
Las estrellas O y B son poco comunes pero muy brillantes. Mientras que las estrellas M son las más comunes, pero mucho más tenues.
Las estrellas gigantes
A medida que el ciclo de vida de una estrella avanza hacia el final de su vida, gran parte del hidrógeno se ha convertido en helio. El helio se hunde en el núcleo de una estrella haciendo que este se contraiga por acción de la misma energía potencial y su temperatura aumenta considerablemente, haciendo que las capas externas se expandan. Esta expansión de su atmósfera exterior da lugar a lo que conocemos como una gigante roja.
La evolución de una estrella depende de su masa principal. En función de ella siempre acaba evolucionando en:
- Gigante Roja: Estrella más longeva, cuyo diámetro es 100 veces superior a lo que era en su nacimiento. Su color es naranja y son muy luminosas, superando mil veces la luminosidad del sol. Su vida puede llegar a unos mil millones de años y son las que observamos de manera más frecuente.
- Super Gigantes Rojas: Son las estrellas más grandes que conocemos, pudiendo llegar incluso al tamaño de nuestro sistema solar. Solo las estrellas con masas 10 veces por encima de la masa del sol llegan a convertirse en super gigantes rojas.
Cuando mueren se convierten en supernovas o incluso en agujeros negros.
- Gigantes y Super Gigantes Azules: Estrellas que rara vez observamos, a pesar de ser enormes y su temperatura muy alta (llegando a alcanzar los 30.000 grados Celsius en su superficie).
Su luminosidad es muy alta, llegando a superar la luminosidad del sol en unas 10 veces, aunque su vida es extremadamente corta.
Agujeros negros y Ciclo Estelar
Los agujeros negros pueden llegar a producirse en las estrellas más grandes, aquellas que superan al sol en masa en unas 20 o 50 veces.
En estas estrellas, la materia del núcleo acabará colapsando hasta comprimirse en una región muy pequeña con una densidad prácticamente infinita, conocida como una singularidad.
La singularidad ejerce una fuerza gravitacional tan grande que hace que ninguna partícula material pueda escapar de su fuerza gravitatoria, ni siquiera la luz.
Llegados a este punto, incluso la luz de dicha estrella puede escapar de la fuerza gravitatoria, quedando atrapada en la órbita y dando lugar a lo que conocemos como agujero negro. Este agujero negro es el producto del final de la vida de una estrella muy masiva.
A pesar de que hablemos del final de su ciclo de vida, aquí no acaba la cosa. Tras esto todo empieza de nuevo.
La vida de las estrellas termina en nebulosas planetarias o supernovas. En el momento de la explosión, las nebulosas planetarias y supernovas añaden elementos al medio interestelar de polvo y gas, haciendo que el medio sea el idóneo para que se formen nuevas estrellas.
Es por esta razón que se dice que la vida de una estrella es un ciclo. Esto es lo conocido como Ciclo Estelar.
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